¨Me reflejo en otras pupilas. Me someto a las igualdades subjetivas de las miradas diferentes...¨

Sortilegios cotidianos

miércoles, 27 de junio de 2007

Suerte


a Matute, por la niñez compartida...


Matías corre por la rambla. A su costado, el teatro Argentino lo acompaña, imponente. Entre la multitud, el niño de los ojos miel se abre paso. Busca lo circundante, avanza, no se aburre. Bajo un cielo de tiza, el mundo rendido a sus pies.
Algunos metros atrás, caminamos con el cochecito. Recorremos los mismos espacios de baldosas recicladas, que dos decadas ayer, algunas veces, descubrimos juntas con amistad, muñecas y gomitas de azúcar.
Ya casi no recuerdo como era cuando ellos no estaban.
Curioso, mi ahijado, se detiene y espera. Nuestros pasos acortan la distancia y lo vemos, expectante, ante el espectro de agua tornasolado salpicando las alturas. Su cara se ilumina avisándonos - Una fuente.
La moneda desaparece en su puño cerrado de ansiedad y la mirada se arruga para no dejarlo ver. Abre sus ojos cuando el ruido del metal circular gira sobre su eje en el aire suspendido, para desaparecer en el agua tres gotas después.
Simultáneas, las palabras de quién hace su pedido y desafía mediante su conjuro, un futuro de colores, soñando un presente, a sus cuatro años de infancia deliciosa.
- Deseo tener deseos - dice- y entonces sí, vuelve a mirar y sonríe.

domingo, 24 de junio de 2007

Impredecibles

Porque en definitiva ... el amor, es todo lo que hay ...

No existen recetas para el amor eterno... ni siquiera para el amor con plazo fijo. Tampoco para el amor a distancia y mucho menos para el amor descartable...
Y si las hubiera...? quien no correría a la farmaciá en búsqueda de la pócima?
Sería de tontos dejar pasar la endulzada posibilidad de acceder a la mas impredecible y maravillosa de las oportunidades.
Pero que puede en estos días de fechas de vencimiento, durar para siempre ?
Si solo existe ahora... buscando en las pupilas de almendra, la trascendencia de un corazón que se inflama de palabras borroneadas de mi rimel, se incinera de sueños sumergidos en jazmines, se deprime de verdades de colirio a tu paso y se llena la boca de deseos, de filtrarse en tus heridas abiertas, ocultas, que yo puedo ver... llenas de luz, en mi intento enceguecido por atrapar la coincidencia mutua que me dibujás en el ambiente suspendido, de conocerte en cuotas con intereses, al alcance de tus manos, extrañado de ser dos.

Ceguera de hielo

Ahí estaban... esperando.
Se termina lo que se daba y se pasa a otra cosa
cuando, acaso,
nadie quiere detenerse a mirar...

Tango uno

- Bailás? - preguntó ella.
Y antes de que sortearan el primer paso,
terminó la música.

miércoles, 20 de junio de 2007

In - ser - vible


" Lo esencial es invisible a los ojos..."




a Sebas...





En un mundo frío, plástico y descartable

la poesía como tantas otras cosas, no encuentra utilidad alguna, es cierto!

Pero en el planeta de las cosas esenciales

habitado por unos pocos ilimitados

puede que ella sea, quizás, la única razón verdadera...

La madera del árbol que hecha raíces fieles a su tierra

la mano tendida rescatándonos del abismo a nuestros pies

el hilo indestructible de la incoherencia letrada

el festejo de la vida y su mirada, junto a otros

la apreciación mas cierta de lo circundante

el amor esculpiéndose en papel, secante rojo sangre,

absorviéndolo todo,

cerrando cicatrices,

llenando los vacíos

entre tantas otras cosas poco funcionales

que definitivamente carecen de motivos, de sentidos

sin las cuales nada sería lo mismo

y moriríamos de sed.

miércoles, 13 de junio de 2007

Especulación de La Habana


Anduvimos, andamos... Nos reímos
a veces, y lloramos
a veces. Pero estamos
en pie, como quisimos.
Nicolás Guillén. Poeta, cubano...



Entre la tierra y el cielo, existe un lugar con perfume a salsa. La gente camina sin rumbo o con el, mas allá del tiempo. Hace calor, asi que da igual el calzado o la ropa. Puede percibirse en el ambiente cierta inclinación a las sangres almizcles visitando las diferentes paradas. Ellos reconocen de donde venimos y sin hablarnos saludan : Hola Che!
Y es que a pesar de las cadenas que los encierran se presumen libres.
De derechos y obligaciones . De expresión. De deleite de hoja pura de tabaco y mojito. De decir lo que piensan sin tapujos aunque alguna ley turbia no lo permita.
Población seductora si las hay. Viveza de coral. Busqueza ilimitada sin verguenza de intento. Inteligencia en la mirada. Corazón caribe desangrándose a cada paso. Y nada por perder.
Algunos cadillacs en rosa chicle o turqueza rabioso se pasean en cámara lenta. Ellas tienen aros con lunares y cuerpos ostentosos. Ellos, la perfección del ritmo corriéndole por las venas, por las espaldas perfectas y fibrosas color café. Bailan en cada esquina, y si no hay música, cosa rara, la inventan. "El cariño que te tengo yo no lo puedo evitar"... imprimen sin Compay con las palmas de la mano chocando el bongó. Las olas explotan un malecón indulgente y la espuma cubre las paredes del presente con anhelos pasados. En algunos puntos de la costa, el mar puede astillar la mirada de quien lo descubre. En otros, revueltos con espuma de historia y sal promueven una imagen única. Una postal vieja color sepia. Un daiquiri tomado en su cuna, en compañia y sin apuro. La piel ajada de los habitantes habla de sufrir sin lamentarse, de no esperar nada mas lejano a lo que pueda acontecer el día de hoy.
Ninguna lágrima que los caracterize. Encanto deshinibido. Y la alegría no es solo brasilera.
Y un puñado de azúcar que no alcanza para una familia a la mesa, pero que igual los endulza, porque sus pupilas tramsmiten mas glucosa de la que reciben semanalmente. Ninguna lapicera y escasea la tinta pero la vida se escribe de cualquier forma con pasión y fuego de calidez de un país mágico.
Y dos artesanos me tallan la respiración y se enorgullesen por ser parte de mi foto, de verdad imborrable, de conquista irreparable, de sueños compartidos y de sentirme en casa, a pesar de los miles de pies que me separan de mi tierra natal.
El contraste de viviendas confunde y la pobreza se abre paso kilómetro a kilómetro, en una falta de lujos que aceptan sin envenenarse, que succionan de las cosas esenciales que logran cosechar de la realidad mas engañosa y mas incierta de todas.
Paulito suena entre las calles de adoquín, con paredes envejecidas y ropa colgada en serie puertas adentro, sin techo ni ventanas. Y una plaza en común nos une. Y nos hace bandera y revolución y hermanos a primera vista. Y una edad de oro baña los días de sensaciones y canta.
Y se desliza resurgiendo en mi memoria con la nostalgia casi melancólica de los momentos que nunca se olvidan. Y dice en sus notas... Y me dice... "Ay... La Habana...que linda es La Habana..."

jueves, 7 de junio de 2007

Sala celeste turno mañana




El reloj marca las ocho. La puerta grande se abre y Bianca entra corriendo a la sala. Hoy tiene una sonrisa amplia que complementa con ojos de cielo la blancura de su piel de rulos de muñeca de porcelana. Varios minutos mas tarde ingresan Agustín, con su inteligencia, Tobías al caramelo y Joaquín desafiante. Se observan, se miran, corren de pared a pared buscando de reojo ser perseguidos. Las Delfinas se me abrazan como si hiciera años que no nos vemos, me aprietan fuerte y apoyan su cabeza en mi hombro. Se suma Martina toda rosa, con dos cuentos en la mano y un librito de stickers.
En el preciso instante en el que la quietud llega a su fin aparece Chiara en escena, con ojos verdes de dulce reveldía y Fran como un torbellino vuela por todos los rincones buscando objetos y oportunidades.
Solo formamos un grupo completo cuando Sofía dibuja alegría detrás de su chupete, cuando María y Francesca marcan su terreno sentándose en el lugar de siempre, cuando Rafa y Juan Francisco se convierten en opuestos.
Es que todo da vueltas y gira. Agitamos las manos para saludarnos y gastamos comunicación internacional llamando a Dominga la jirafa, nos parece mágico que le fascinen las alturas y que en Africa nos atiendan el llamado.
Corremos, gritamos al repique por su nombre y hacemos culto a la samba mientras la bruja del plumero encierra magos, trovadores y también titiriteros.
El gusto de la leche tibia derrocha calidez y nos acaricia la garganta en el frío intenso de la mañana y el pan con manteca se pasa y se comparte codo a codo en el comedor.
Las vueltas son sin peaje y en la autopista de la independencia es fácil encontrar choques en cadena. Las burbujas producen un delirio inalcanzable y algunos embotellamientos en el intento por tocarlas.
Mil pelotas de colores vuelan por el cielo, muñecas que se desvisten y platos y cucharas que dramatizan la vida adulta se desparraman por el espacio vivido.
Todo es acción y ser con otros, y juntos somos más, somos uno.
Y suena había una vez, y el silencio se hace eterno, entre duendes y panaderos que vuelan por el mundo, ya no importa nada más.... solo había una vez. Veintiocho pares de pupilas brillantes se detienen en mis labios, y esperan ansiosos la vocal que suma para formar la próxima palabra. Y aunque el lobo sopla la casa y eso asusta, sabemos que el final siempre será feliz.
El tiempo se congela, la espera huele a hechizo, y colorín colorado.
Nos dormimos un rato y despertamos con mas energía acumulada para descubrir, para estar, para padecer niñez en gotas de dulce de miel de infancia inolvidable.
Y ellos con la búsqueda a flor de piel, se dispersan en saltos que aun no salen con los dos pies juntos, en un abrazo que tapa rasguños y en perdones tardíos y espontáneos que no siempre llegan.
Nos limitamos a la calma solo cuando no alcanza el equilibrio para tanta libertad y tanta expresión y tanto ensayo de felicidad.
Quien pudiera transmitir lo que no puede decirse con palabras...
La torre de cubos cae sobre el elefante de Toto, que nunca falta a clase. Y mientras un cocodrilo se escapa de la cueva, empapelo las paredes de impresionismo y ellos me muestran los girasoles, porque sabemos que no hay edad para mirarte, aunque no nos importe que fue de tu vida Vincent, ni quien fuiste.
La jornada llega a su fin, nos despedimos hasta mañana con pañales a estrenar, cuadernos escritos que asientan lo pasado y perfume en la mirada.
Me voy hasta el día siguiente. Tengo la cara pegoteada de besos y mermelada, principio de lumbalgia, el pelo de un león africano y la ropa con rastros polvorientos de lo que es educarse en el amor. Y envenenada de sus manitos de caricias incondicionales y sumergida en la transparencia que destilan a cada paso, en la justicia que predican con mano propia, en la carcajada de cosquillas que no soportan y reclaman con reitero, me hago grande, me enorgullezco por conocerlos, por ser la cómplice de sus secretos y sus penas.
Y así crezco.
Ilimitadamente.
Con mis discípulos, con mis maestros...
Y entonces comprendo, al extrañarlos, que estoy enferma de ellos... y que no quiero curarme.

miércoles, 6 de junio de 2007

Nublado


Se vuelca como gotas de agua gris,

desafía la gravedad de las caídas

y persiste al sucumbir de los sueños

que siguen cada bandera.

No insiste para no deshacer lo no empezado

Y busca, acaso, un gesto de claridad mas allá de la niebla

Entre tanta incertidumbre, y tantos paraguas con olor a lluvia.

Impresiones


Lo que mas me gusta de tus manos
es la suavidad que no conozco
el tinte de la piel que parece tener la claridad de tu mímica
lo dueñas que son de mis conjuros
lo provocadoras del miedo
de que alguna vez, acaso, me acaricies
y se suiciden con las mías,
viajando entre escombros,
sudorosas,
onminscientes,
tempestivas,
mas allá del edén.

Ausencia de luz

Las voces suenan fuerte,
no dejan paso a la concentración
ni a la escucha de otro cantar.
Mas allá, silencio e ignorancia
tiempo gastado y tardío para aclarar oscuridades
multitud que grita, aulla y clama
y llora inertes lágrimas de cristal sucio
de verdades que encadenadas a tramas
inciertas y adineradas
no pueden, ni quieren
conocer la luz.
Sigue, a pesar del tiempo, sin aparecer.
Buscado.

Esperas

Imprime con tinta porque no sabe de transparencias
y dibuja ojales en donde no caben botones .
Todo es error, hasta que comienza a asomarse
por la mirilla un rayo de luz.

Cerraduras

Pensó que por el ojo de la cerradura
podía verse toda la verdad.
Pero se equivocó.
Los tiempos cambiaron...
No existe verdad que se oculte,
ni ojo de cerradura que pueda con ella.

Me leen...