¨Me reflejo en otras pupilas. Me someto a las igualdades subjetivas de las miradas diferentes...¨

Sortilegios cotidianos

domingo, 25 de julio de 2010

Juana






a mi ahijada...


Juana mira al cielo y un resabio de estalactita se filtra en el iris de sus ojos.
Sabe que el tiempo avanza pero no se apresura.
Sonríe una boca expresiva que grita los silencios de todas las palabras que nunca dijo.

Como no conoce el miedo, prefiere sortear su suerte viajando de brazo en brazo.
Genera especulaciones de fragilidad, pero no las escucha, porque se presume fuerte y así vive.
Nunca llora.
Su temperamento se construye a base de lágrimas que no fueron.
Deja caer su cabeza de lado a lado... es que prefiere sumergirse en el medio giro de felicidad de una canción, a no tener a su compañera de rosas cerca.
Intenta olvidar que alguna vez acaso discutan por algo.
No importa si llueve, o si el sol transparenta su piel suave de frutillas. O si pierde la visión cuando la risa le deja un espacio de luz casi insignificante para espiar.
Estira las manos limpias de princesa de hilos de seda y se sube a la luna de las cosas esenciales.
Y vestida de azúcar, se pierde en mis pupilas dibujándome un lazo indestructible.
Y sin quererlo, va conquistando a su paso todo lo que toca.

Y brilla...

Brilla.







viernes, 23 de julio de 2010

Poesía de la calle



a la Poesía en su día, mi homenaje.


...

Ellos duermen en las plazas,
en los suelos, en los parques

duermen sobre los bancos endemoniados
sobre el cemento de la noche fría

insólitos,
despreocupados,
angelicales

duermen bajo el paraíso en flor
de sobrios palos borrachos

duermen


tibios,
pequeños
tristes

No los despiertes Buenos Aires,
que el sueño es recompensa
y la vigilia su castigo...



Avenida 9 de Julio
Buenos Aires
9:00 hs
sábado 21 de marzo de 2009




viernes, 16 de julio de 2010

Sala Celeste Turno Mañana







El reloj marca las ocho. La puerta grande se abre y Bianca entra corriendo a la sala. Hoy tiene una sonrisa amplia que complementa con ojos de cielo la blancura de su piel de rulos de muñeca de porcelana. Varios minutos mas tarde ingresan Agustín, con su inteligencia, Tobías al caramelo y Joaquín desafiante. Se observan, se miran, corren de pared a pared buscando de reojo ser perseguidos. Las Delfinas se me abrazan como si hiciera años que no nos vemos, me aprietan fuerte y apoyan su cabeza en mi hombro. Se suma Martina toda rosa, con dos cuentos en la mano y un librito de stickers.
En el preciso instante en el que la quietud llega a su fin aparece Chiara en escena, con ojos verdes de dulce reveldía y Fran como un torbellino vuela por todos los rincones buscando objetos y oportunidades.
Solo formamos un grupo completo cuando Sofía dibuja alegría detrás de su chupete, cuando María y Francesca marcan su terreno sentándose en el lugar de siempre, cuando Rafa y Juan Francisco se convierten en opuestos.
Es que todo da vueltas y gira. Agitamos las manos para saludarnos y gastamos comunicación internacional llamando a Dominga la jirafa, nos parece mágico que le fascinen las alturas y que en Africa nos atiendan el llamado.
Corremos, gritamos al repique por su nombre y hacemos culto a la samba mientras la bruja del plumero encierra magos, trovadores y también titiriteros.
El gusto de la leche tibia derrocha calidez y nos acaricia la garganta en el frío intenso de la mañana y el pan con manteca se pasa y se comparte codo a codo en el comedor.
Las vueltas son sin peaje y en la autopista de la independencia es fácil encontrar choques en cadena. Las burbujas producen un delirio inalcanzable y algunos embotellamientos en el intento por tocarlas.
Mil pelotas de colores vuelan por el cielo, muñecas que se desvisten y platos y cucharas que dramatizan la vida adulta se desparraman por el espacio vivido.
Todo es acción y ser con otros, y juntos somos más, somos uno.
Y suena había una vez, y el silencio se hace eterno, entre duendes y panaderos que vuelan por el mundo, ya no importa nada más.... solo había una vez. Veintiocho pares de pupilas brillantes se detienen en mis labios, y esperan ansiosos la vocal que suma para formar la próxima palabra. Y aunque el lobo sopla la casa y eso asusta, sabemos que el final siempre será feliz.
El tiempo se congela, la espera huele a hechizo, y colorín colorado.
Nos dormimos un rato y despertamos con mas energía acumulada para descubrir, para estar, para padecer niñez en gotas de dulce de miel de infancia inolvidable.
Y ellos con la búsqueda a flor de piel, se dispersan en saltos que aun no salen con los dos pies juntos, en un abrazo que tapa rasguños y en perdones tardíos y espontáneos que no siempre llegan.
Nos limitamos a la calma solo cuando no alcanza el equilibrio para tanta libertad y tanta expresión y tanto ensayo de felicidad.
Quien pudiera transmitir lo que no puede decirse con palabras...
La torre de cubos cae sobre el elefante de Toto, que nunca falta a clase. Y mientras un cocodrilo se escapa de la cueva, empapelo las paredes de impresionismo y ellos me muestran los girasoles, porque sabemos que no hay edad para mirarte, aunque no nos importe que fue de tu vida Vincent, ni quien fuiste.
La jornada llega a su fin, nos despedimos hasta mañana con pañales a estrenar, cuadernos escritos que asientan lo pasado y perfume en la mirada.
Me voy hasta el día siguiente. Tengo la cara pegoteada de besos y mermelada, principio de lumbalgia, el pelo de un león africano y la ropa con rastros polvorientos de lo que es educarse en el amor. Y envenenada de sus manitos de caricias incondicionales y sumergida en la transparencia que destilan a cada paso, en la justicia que predican con mano propia, en la carcajada de cosquillas que no soportan y reclaman con reitero, me hago grande, me enorgullezco por conocerlos, por ser la cómplice de sus secretos y sus penas.
Y así crezco.
Ilimitadamente.
Con mis discípulos, con mis maestros...
Y entonces comprendo, al extrañarlos, que estoy enferma de ellos... y que no quiero curarme.



Esencial


A Mali, Memé, Lore, Julia, Inés y Juli,
por tantos, tantos años de amistad y risas
y por la esencia de las emociones compartidas...




Amigos de sangre
de mirar atrás, de infancia en un puño,
de tren o viajes, de vida, de todos a la mesa.

de fotos saturadas de risa extrema...

Amigos en blanco y negro, color o sepia.
Amigos en tres tomos, en sobres con lacre,
en moño pegado a la cabeza.

Amigos dentales, amigos lágrima, amigos sueños, amigo escencia
Amigos trago amargo, guardabarro, amigos sostén, amigos cerveza.
Amigos en la complicidad,en su tinta, en la herida abierta.

Amigos de hoy, mañana y siempre

Indispensables,
Inolvidables
Tan necesarios
Transmisores
No retornables
Indisolubles

Amigos urgencia

Amigos nervadura, amigos fotosíntesis.
Amigos de verdad, amigos siembra.
Amigos llave, cerradura, postigo.

Amigos puerta.

Amigos corazón
Amigos hombro.
Pulmón y hueso.
Amigos médula.






lunes, 12 de julio de 2010

Poesía de la calle



a la Poesía en su día, mi homenaje.


...

Ellos duermen en las plazas,
en los suelos, en los parques

duermen sobre los bancos endemoniados
sobre el cemento de la noche fría

insólitos,
despreocupados,
angelicales

duermen bajo el paraíso en flor
de sobrios palos borrachos

duermen


tibios,
pequeños
tristes

No los despiertes Buenos Aires,
que el sueño es recompensa
y la vigilia su castigo...



Avenida 9 de Julio
Buenos Aires
9:00 hs
sábado 21 de marzo de 2009





sábado, 10 de julio de 2010

Compatibilidad


...

El sexo cobra magnitud al imponerse avasallante como una condición fundamental del instinto animal escondido en las entrañas de los hombres. Como una fuerza brutal aparente irresistible impulsada por la tentación divina del perfume de los ojos, la atracción fundamental de la unión esencial y necesaria entre los cuerpos imantando como encastre. Es la sed pujante del deseo que se nutre y se vacía en la fluidez profunda del encanto alucinógeno desbordando de la boca, la lengua, los poros, la vida, la muerte, la magia, la carne abierta que acaba supurando vulnerable el temblor inconsciente del tacto que hierve la piel, despedaza el pecho y explota de sudor en la entrega acelerada y adictiva que declara exausta la derrota.


Pero es el amor, lo que definitivamente nos convierte en humanos.






Las Marías (novela)




Cuando el tren se detuvo, el par de botas de cuero polvorientas asomaron por sobre el humo asfixiante del terraplen. El último chifilido del silbato insinuó tajante el arranque de la máquina de plomo, que se perdió vaporosa en el horizonte desteñido por el atardecer en sepia.
Isabella, apoyó la valija pesada junto a su figura delgada, casi extraída de una pintura de Monet. Pero el cuadro cobró movimiento cuando el viento voló su capelina en un parpadeo vertical y la perdió entre las vuelteretas huracanadas del aire.
En la tierra áspera y extraña, la lejanía del pasado se hacía evidente y la quietud de la estación rozaba la melancolía de la ausencia y el tinte oscuro de la carbonilla en un suspiro profundo.
La sequía de palabras hizo eco en el silencio del paisaje enmarcado, que se recortaba entre bancos de madera y cantos rodados. El perfume del sol parecía conjugarse entremezclado con el de la pureza de la sierra a un paso.
Isabella esperaba con la vista fija, pero sus ojos carecían de un punto direccional.
No se veía a la redonda, más que la tierra fundirse con el cielo, imantarse anaranjada en el fin del mundo. Ningún rastro de bienvenida.
Ningún transeunte esperando en el andén.





La luna en cuarto menguante




Hoy no tengo ganas de volar

los fantasmas llegaron a las tres
y se lo llevaron todo.
El relicario con las palabras
y el puñado de sueños desabrochados de mi camisa
No quedó en el espacio reiterado
más que el rastro de la incertidumbre,
angustiada,
abriendo cientos de abanicos delirantes
a todas las respuestas de sal
destiñendose, afianzándose
sin preguntas ni alas,
disfrazadas
de absurdos, argumentos y falacias.



viernes, 9 de julio de 2010

El escribido...



- Es que tal vez, existen escritores apasionados y de los otros...

- Existen escritores. Los otros pierden el tiempo.

- ¿ Porque esa reflexión?

- Porque la escritura al igual que cualquiera de las artes, estima en una pasión desmedida que lejos esta de ser premeditada o planificada. La obligación de escribir no existe. Quizás, el método para ordenar las ideas de lo que siempre estuvo allí. Nadie ha obligado a García Marquez a narrar la historia de Macondo y aun con un contrato firmado, es el escritor mismo quien decide su destino.
Escribir es un trabajo en el que todo el año es vacaciones. Requiere dedicación, pero esta llegará inevitablemente, porque el tema estará instalado en tu garganta y la necesidad de plasmarlo surgirá como un vómito impulsivo que revuelve el estómago y revoluciona la cabeza hasta volverse uno impredecible en cada una de sus letras.
El verdadero texto te asaltará al estar lavando los platos con la esponja llena de espuma, o en la ducha con el cuerpo enjabonado de lavandas. Te correrá en las venas de la calle al ver una escena de gallinas en la piel. Te dará un golpe en el alma al observar una despedida o sentir una llegada en pleno aeropuerto, o te abstraerá sin dejarte ver que el semáforo hace rato ya ha cambiado su color.
El impulso por la tinta, te llenará las pupilas de lágrimas al vislumbrar la imagen, o te obligará a revolver la cartera en plena fila del banco para al menos, plasmar en papel esas dos palabras madres que más tarde serán cuento.
El verdadero escritor sabrá a menudo, que un ser profundo y casi desconocido dicta las cosas desde adentro y no espera. Y que tal vez, el teclado o la bic, no logren la rapidez de interpretación que las ideas surcarán sin tapujos por la euforia desgarradora de la expresión ilimitadamente libre.
La pasión es lo que nos rotula como tales ¨escritores¨ .
Y el ¨ querer ser ¨lo que nos diferencia de aquello que se publica y se presume sin angel ni sentimiento.
Hoy cualquiera escribe un libro. Solo algunos lo dan a luz.

Serás artista o no serás nada.

- Ya entiendo, y lo harás con pasión y autenticidad o estarás perdiendo el tiempo...






La manzana prohibida



Lo cierto es que Adán y Eva jamás se conocieron. Por uno de esos infortunios de la vida, el destino no dejó nada librado al azar y ahí se terminó la historia.
La serpiente no hizo lo suyo. La manzana se pudrió en el árbol y entonces llegó el cuento a su final sin siquiera haber comenzado.
Y colorín- colorado.








Me leen...